Todas las fotos dentro de Matrix (Campus Party) son oscuras, durante una semana la luz es constante y permanentemente tenue, pequeños individuos con un lenguaje en el que se mezcla el ingles, la criptografia y como no la magia hablan y se relacionan con enormes orcos vestidos de negro, gentes que son tan iguales y tan diferentes que parecen distintas razas con un tronco común, nadie quiere luz en matrix.

La luz revelaría que el gran maestro del juego de rol al que todos adoran tan solo tiene 16 años una cara llena de granos, que la sacerdotisa del templo que a todos pone a 100 con su lengua afilada en el chat, es una pobre chica con problemas de relación por su terrible problema de sobrepeso, que ese maravilloso soldado capaz de salir sin un rasguño, de estar corriendo disparando y planificando al mismo tiempo es incapaz de bajar al kiosko bajo de casa a comprar una revista sin tenerse que parar tres veces a resoplar por falta de practica al andar, y en fin un pobre viejo como yo puede ser niño durante unos días pues en la penumbra de matrix todos los gatos son pardos.

El sábado tuve que ir a Oropesa del Mar, salia del ambiente de la campus party, con sus tonos fluorescentes, sus bytes, sus conferencias, las partidas de video juegos y ese ansia por bajar un byte mas, y ese mono por no tener bastantes discos duros y me sumerji en Blade Runner, si miras la guía Campsa son 102,9 kilometros lo que separa Oropesa de Valencia, pero en esta ocasión, para mi es como salir de una película e ingresar en otra.

Al llegar a Oropesa me entro ese agobio que sientes en una película como Blade Runner, llevo 30 años visitando Oropesa y unos veintitantos embrujado con esta película que me parece mas actual día a día y creo que los responsables de Oropesa deben ser ardientes seguidores del film a la hora de diseñar esas calles oscuras rodeadas de edificios imposibles donde como enormes avisperos tienen sus cubículos las miles de personas que buscan en la calle un hueco donde ser personas, y solo encuentran un mar de carne que circula y que visto desde el aire es como una serpiente con escamas multicolores, cada una con un ADN y una mente, pero una escama de la serpiente al fin.

Caído a ese río de gente veo seres de nacionalidades que jamas debieron de estar allí, lejos de sus tierras buscando comida, buscando donde encajar, mientras el río de gente fluye con mutantes con pechos que desafían la gravedad disfrazados como si de una carnaval del ridículo se tratara, me gustaría fotografiar a todos y cada uno de los personajes que componen esta serpiente multicolor, mostrarles lo que genera el urbanismo sin control, mostrarles como su vida genera la muerte de un paraje….

Indios ‘americanos’ tocando sones sudamericanos, buda en la playa justo al lado de un dragón, mestizaje y mescolanza, gente y replicantes, bienvenidos al futuro bienvenidos a Blade Runner.