Ermita de Santa Lucía y Sant Benet – En la Sierra de Irta a 312 m. de altura se encuentra la Ermita de Santa Lucía y Sant Benet. Construida en el siglo XVII, ha sido restaurada recientemente en su abovedamiento interior, techumbre, pinturas, accesos e iluminación. En la Ermita se celebran romerías a San Benito y Santa Lucía.
Imagina un lugar donde sientas que puedas tocar al mismo tiempo montaña, cielo y mar, donde solo oigas el ruido de tus pasos y pájaros cantar, donde haga un día tan claro que de tanta luz no puedas ni fotografiar, cuando miras hacia el mar ves como se curva y como el azul del cielo se convierte en azul del mar como si el cielo comenzara en la orilla. Pulsa sobre la imagen para ver la galería entera de fotografías, pero cogete un buen rato porque hay unas cuantas.
Pocos sitios me han gustado como este, con su tranquilidad tanto en la montaña como en la playa, un autentico paraíso, en cuanto a las fotos disculpar si no son mas buenas pero son las primeras con mi nueva cámara y todavía me tendré que acostumbrar al cambio.
Torre Ebrí – A una altura de casi 500 m. sobre el nivel del mar, en la Sierra de Irta, se levanta la Torre Ebrí. Sus orígenes se remontan al siglo XVI. Desde ella se divisa Alcalá de Xivert, Peñíscola, los Montes del Desierto de Las Palmas y por supuesto todo el paisaje de Alcossebre. Su altura es de 8.5 m. y está construida sobre una base circular de 5.5 m. de diámetro.
Quizas alguien crea que la visita a este espacio ha sido al azar tras la compra de la cámara, pero era uno de los espacios de la sierra de Irta que me quedaba visitar tras visitar el castillo de Alcala de Xivert o el de Santa Magdalena de Pulpis, lo aconsejo a cualquiera que tenga ganas de un rato de paz.
Los orígenes de la villa se encuentran a los pies de la Sierra de Irta, lugar en el que se asentó la población en sus inicios, antes de ser trasladada al llano.
Se le concede por parte de los Templarios la Carta de la Población en 1251. Una vez disuelta la Orden del Temple, Alcalá de Xivert pasa a depender de la Orden de Montesa. En el año 1592 se incorpora a La Corona.
Uno de los lugares más destacados del Municipio es la villa de Alcossebre, sus orígenes se remontan al siglo XIII. Al igual que el resto de las villas costeras de esta zona, fue blanco de numerosos ataques.
Hasta el siglo XX, la mayor parte de las tierras de Alcossebre pertenecían a familias de Alcalá y se utilizaban para almacenar los productos recolectados. A partir de los años 60 se incorpora al igual que el resto de la zona, a un espectacular desarrollo turístico.
Aires templarios en una villa con nombre moro, ingredientes perfectos para condimentar el ultimo libro que estoy leyendo, «El Anillo – La herencia del ultimo templario»….. ya os iré contando, el buen tiempo ha vuelto y con ello hay que volver a salir de excursiones.