Bajar al chino

Despues de casi un mes sin escribir, me ha dicho mucha gente porque no escribo, que el/ella leian mi pagina, y es que como ya he dicho en otros mensajes escribir en un blog lo que piensas es muy jodido cuando todo el que te lee te conoce, es muy dificil, escribir en una web algo personal sin molestar a nadie sin dañar a nada de lo que tienes cerca.

Y es que un blog es eso, escribir sobre cosas diarias, de lo que te rodea sin florituras, sin medias tintas, sencillamente tienes una opinon de algo y la expones y es que las opiniones son como el culo que todo el mundo tiene una.

Y es que si eres un poco observador, si eres un poco Profesor Cojonciano, hay una historia mas o menos interesante en cada esquina, en cada rincon, en cada local.

El sabado por la noche ‘baje al chino’ y aunque mas de uno pensara que me fuy al barrio chino a buscar sexo o drogas en realidad lo unico que hice fue bajar a solas con mi hija de 10 años a cenar, puesto que por distintas razones estabamos solos y pense que seria como una pequeña fiesta, la verdad salir hoy en dia como padre a cenar con una hija y que no haya por medio ni colchonetas, ni cine, ni maquinetas, ni atracciones, ni amigas ni nada, es un toro bastante dificil de lidiar, cuando llevas media hora te das cuenta de que casi no conoces a tu hija, de que no tienes temas de conversacion y la noche se transforma en una sucesion de preguntas por parte de ella de las que mas de la mitad no sabes que contestar.

Al final optas por desconectar, por no hacer ni caso, por oir sin escuchar mientras te fijas en la fauna y la flora que pulula al tu alrededor, cuando has entrado el comedor del restaurante estaba casi vacio y ahora hay un monton de gente en la que no te habias fijado, en la mesa de al lado bastante mas grande que la tuya se ha colocado un grupo de Lolitas, tiernas florecillas pocos meses o años mas que tu hija con mas maquillaje encima en un solo dia del que gasta tu pareja en dos años, pelos y vestidas como si de mujeres adultas se trataran, con modelos tan atrevidos que pese a ser tan tiernas y jovenes no puedes evitar tener un negro pensamiento cuando tras haberse ventilado un botella de lambrusco aparece en sus mejillas bastante color y deciden quitarse las chaquetas, dejando ver su uniforme de guerra, con el que marcan su rol de hembra a la caza de macho reproductor, luego miro a mi hija y me digo, todavia me quedan unos años de tranquilidad.

Tal como me paso el dia que comi en el comedor de los mancos, veo fauna a remarcar, veo una pareja que se cogen de la mano, llevan mirando la carta mas de media hora, el propone un plato y ella le rebate recordandole el precio y es que ahorrar para dar la entrada del piso y salir a cenar son de dificil combinacion incluso en un sitio como un chino que siempre ha tenido fama de barato.

AIAIAIAIAIAIAIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIAAAAA! Suena un grito estridente y todos nos giramos para atras, pensando que ha pasado algo, entonces vemos a un niño pequeño en una sillita supletoria, sencillamente se aburre y quiere llamar la atencion, me imagino que le molesta que sus padres hablen de la faena y de los problemas de casa, mientras sus hermanos juegan con sus juguetes encima de la mesa y pasan de el olimpicamente.

La gente se vuelve y disimula como si nadie hubiera pasado, veo una mesa de ‘ways’ donde un ‘entendido’ (o quizas enterado, algun dia os explcare la diferencia si no la sabeis) discute con el camarero si tal plato es chino, asiatico u oriental, el camarero lo mira como quien dice, tu vacilame que luego en la cuenta te vacilare yo, mientras los compañeros lo miran con cara de «joder tio siempre tienes que dar la nota» y es que este tipo de tio junto con el que le vacila a los chinos con la ‘L’ nunca falta, parece que el numero de gilipollas no solo no desciende sino que aumenta con el tiempo.

Hay una mesa de ‘Panteras’ señoras de buen ver, de treinta y pocos, que han salido de marcha y que miran a cada hombre que pasa como si de un test de calidad se tratara, hayyyy quien las pillara soltero y sin niña. pero bueno que le vamos a hacer, no tengo muchas ganas de escribir, pero como el camino se hace caminando, tendre que volver a coger costumbre de escribir para seguir publicando.

Nos vemos en la tierra de los sueños.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *